Y los nominados a "la Relación más complicada y final desgarrador" son: Un puma pandroso, un diablo demoniaco y un divorciado con dos hijos... Y el Oscar va para: El divorciado con dos hijos! jejeje
Hace un año después de dos días inolvidablemente agridulces en Morelia, se acabó una pseudo-relación de prácticamente 9 meses. Aunque suena algo ligero, fue una de esas parejas con quienes llegas a compartir prácticamente la vida! Desayunos, comidas, cenas, antro, bicho, películas pirata y películas en el cine, café, infusiones, leche, viajes en auto, largas caminatas ... uff muchas caminatas! ahh y madrugadas! muchas madrugadas y lunas hermosas asomándose a mi ventana - donde no aparece antes de la medianoche.
Esa magia que a lo largo de muchos meses juré se había terminado; expiró en su corazón, no en el mío como se había predicho.
En un balance de cuentas en la puerta de mi casa, como personita esperando ser fusilada en el paredón, ahí terminó. Le dije muchas cosas, el se limitó a guardar silencio y derramar una que otra lágrima (en realidad si fueron muchas, pero no comparadas a las que le lloré io en esas Mil y una noches de Lau), y lo que recuerdo perfectamente fue cuando se alejó. A nuestro encuentro había llegado un cachorro de boxer, de esos callejeritos que dan el gatazo; y se fueron ambos caminando calle abajo mientras mis pupilas inhundadas buscaban descansar en un pañuelo.
No volví a ver al cachorro, imaginé no habría sobrevivido solo a la calle. No lo había vuelto a ver, hasta ayer; ya es todo un adulto, al cual más le vale alejarse de mis perras!
Y al individuo este, pues últimamente le veo diario, obvio a unos 10 o 15 metros de distancia. Pero parece está llegando esa sana indiferencia puntualizada en la Misión Kamikaze del Recolectivo.
Aaaaaaah bueno, dejaré de andar contando historias por que esta tesis no se va a hacer sola! jeje
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