25.4.09

LoV3 : Love found, Love lost

El amor por la fuerza nada vale, la fuerza sin amor es energía gastada en vano. A. Einstein.

El amor es uno de esos sentimientos hermosamente agotadores, se convierte en un baúl de memorias, que llega a ser tan amargo como la muerte.
¿No es maravilloso sentirse flotar, caminando de la mano del ser amado? ¡Claro que lo es! Porque solo así durante una precipitación pluvial es posible caminar sin que se mojen las suelas de nuestros zapatos.
El amor es ese lente a través del cual la vida se ve particularmente alegre, llena de luz y encanto, aunque a veces esos amores nos representen problemas en casa, escuela o trabajo. Los sinsabores pasan desapercibidos gracias a un solo beso, una caricia, una mirada.
Amor llega, se marcha en el corazón de uno de los “sustentantes” y se le entrega a Olvido un mapa de cómo llegar a quien, sumido en tristeza sigue amando. El cotizadísimo Olvido, dada su condición falta de memoria, termina sin saber donde dejo ese mapa y distraído no llega a su destino.
Hay ciertas fuentes que afirman, debe haber 7 puntos clave en una relación y todos ellos deben mantenerse equilibrados. Éstos son:
  • Respeto
  • Admiración
  • Entretenimiento
  • Objetivos comunes
  • Atracción sexual
  • Amor
P-p-pero… ¿Qué hay si uno falla, otro empieza a decrecer y … la relación se acaba? Hay gente que hace tormentas en vasos de agua, otra se suicida, pero yo creo que una ruptura amorosa no es motivo suficiente para quitarse la vida; y más aún una vida que nos es prestada – eso es harina de otro post.
Obviamente se dan por terminada una serie de citas, besos, cenas, desayunos, caminatas, conversaciones, besos al pie de la ventana en la madrugada y malentendidos familiares relativos a las acepciones de la palabra “temprano”. Obviamente hay secuelas, aunque es más sencillo lidiar con ellas.
En mi experiencia he probado ambas caras de la moneda. La bella, donde puedes caminar a la deriva sin perder el rumbo; también, esa bestia donde los recuerdos retumban cual campanas de Catedral, y duele.
Actualmente hay sitios de expresión llamados blogs, donde cualquier persona con una conexión a internet – sea desde ordenadores o teléfonos móviles – y ganas de lanzar al universo sus ideas, puede dejar huella. Es en esos sitios, donde se hace plausible eso de que: “Cada persona es un mundo”, ahí encontré parte de mi inspiración para tratar sobre el Amor y el Olvido.
Lo más bonito del amor es eso que es inesperado, que no sabes quien te va a tocar, que no sabes como pero te enamoras, duele cuando termina y lleva un tiempo de curación pero te recuperas y vuelves lista para pensar de nuevo ¿Quién me tocará ahora? Iris. Coincido que lo inesperado del amor es lo que lo hace mágico, sin embargo una vez más ese tiempo de curación, es lo que cuesta trabajo afrontar. – El comentario es de una niña de España, lo cual indica que aquí y en China todos sufrimos por mal de amores jeje
En Recolectivo hay toda una gama de textos cuya visión es tan distinta una de otra como árboles en la Marquesa, unos en verdes oscuros, otros en claros pero cada uno con una historia que contar. Cada semana se propone un tema distinto y hubo dos semanas que me llamaron la atención: una fue “Otra mitad” y la otra “lo he olvidado”.
La idea de que necesites de otro para ser una persona completa me parece hasta obscena. Es buscar demasiado, una responsabilidad asignada al otro sin siquiera preguntarle. La verdad es que somos tan imperfectos, tan egoístas, tan idiotas, que me parece un rol inconcebible de llenar.

Respecto a la otra mitad hay argumentos contrapuestos, ya que mientras unos aseveran ir en busca de esa persona que los complemente, otros afirman que cada persona debe ser feliz y estar completo por sí mismo, tal como lo hace Rox en el fragmento anterior. Mientras, que acerca del olvido hay una aportación titulada Misión Kamikaze y yo juro es “La Neta del Planeta”!! A continuación citaré algunas líneas:
A la mayoría, en cuanto terminan una relación (significativa, obviamente) les urge con U de Úrgememil olvidar a la otra persona, y se vuelve un asunto no sólo personalísimo per se, sino una misión, una especie de cruzada sentimental en donde no vuelvas sin la cabeza del recuerdo clavada en una estaca.

Puedes odiarlo, superarlo, extrañarlo, hasta llegar a la sana indiferencia, pero no existe tal cosa como una goma para reducir a basuritas de borrado su recuerdo. Al final, estamos llenos de ellos, para bien, para mal, y sobre todo para futuras referencias de lo que quieres y de lo que definitivamente no.
En una fusión de experiencia y sarcasmo he de aceptar, surge la maravilla del tiempo, su poder y dominio. Ya que ante una relación fallida, es necesario algún método defensivo que nos permita permanecer en nuestros cabales, como también lo es la ironía.
Son nuestros neurotransmisores atascados de drama los que no nos permiten que el tiempo haga su labor, continuamos rumiando las situaciones y seguimos cargando nuestros bolsillos con recuerdos, los cuales, como cuchillos recién afilados se nos van clavando a cada paso.
En el Código da Vinci de Dan Brown, a todo mundo le aterra el personaje de Silas, lleno de culpa y flagelándose por sus acciones. Sin embargo, toda persona que se empeña en olvidar, borrar a alguien su mente cada, es como si decidiera por cuenta propia sacar del cajón su cilicio, atarlo a su pierna y salir a trotar.
Las relaciones que terminan no sólo son aquellas que llevaban un par de meses contando, las hay también donde han sido años los compartidos con la persona amada. Con el paso de los años pueden archivarse mayor cantidad de experiencias, las cuales al terminar toma más tiempo dejar en el olvido. Por ello considero, más vale terminar una relación que no tiene futuro desde el momento que nos percatamos de la triste realidad, aunque en ese momento veamos desmoronarse ese futuro común que tantos planean fuera de tiempo.
En conclusión, para colmo de los que solemos desesperarnos, no queda más que dejar pasar el tiempo para que haga su labor y dejar el rencor atrás, porque es lo que nos lleva a cometer la mayor estupidez del pay forward – pague al siguiente – tipo Cadena de Desaires. Momento en que se desata la sed de venganza por pasarle la factura al siguiente, de la suerte que nos hizo ver el anterior.
Todos peleamos con nuestro pasado porque eso somos; hay un postulado en el que todo número se reduce a su unidad creadora y es una batalla interna por que basamos nuestra mente no en probabilidades sino en incertidumbre. Eros

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